Vecinos de Coyoacán decidieron cerrar su calle ante el aumento de hurtos a casa habitación y de autopartes en la zona.
El hartazgo colmó a los vecinos de la calle Antigua Taxqueña de la colonia Parque San Andrés, en la alcaldía de Coyoacán, en la Ciudad de México.
Después de haber sido víctimas de robo a casa habitación en seis de los 20 hogares que la conforman, además del constante hurto de autopartes, decidieron tomar medidas drásticas ante la falta de atención de las autoridades; pese a haber realizado las denuncias por estos ilícitos.
En una reunión vecinal, los habitantes del tramo de Antigua Taxqueña entre California y División del Norte decidieron colocar costales y tambos en ambos extremos de la cuadra con el propósito de que ningún vehículo externo pueda circular.
Con esta acción, estas personas esperan evitar los robos y contener el temor que les ha generado enterarse que cada vez son más las propiedades que aparecen vacías y los coches sin alguna de sus partes.
La gota que derramó el vaso fue el asalto cometido a finales de febrero a la casa de Mauricio Flores, quien una noche que volvió a su hogar encontró cerraduras forzadas y ninguna de sus pertenencias de valor.
“Esta casa (de al lado) está abandonada. Se metieron por aquí pero quitaron la reja ciclónica y vaciaron la casa. Salí de fin de semana, o sea la verdad es que sí está grave ya la situación”, relata Mauricio, habitante de la calle Antigua Taxqueña desde hace 13 años.
Luego de haber sido despojado de equipos de cómputo, joyas, electrodomésticos, entre otros artículos, Flores decidió reforzar la seguridad de su casa, e invirtió en colocar una malla electrificada. Al costado izquierdo de su patio todavía se aprecia la reja con los cortes que los delincuentes hicieron para entrar
El caso de Mauricio es uno de los 90 que se registraron en la alcaldía de Coyoacán entre enero y febrero de 2019. Este ilícito, sin embargo, ha repuntado en los últimos años en esa localidad del sur de la capital: mientras en el 2016 hubo 478 denuncias de robo a casa habitación, para el 2017 fueron 552 y durante el 2018 la cifra escaló a 631.
“Frente a las situaciones a las que estamos inmersos, de plano ante ese estado de inseguridad mejor los vecinos dijimos ‘hay que cerrarla’. La verdad es que hay una ausencia de autoridad muy marcada, estamos en ese plan: protegernos con nuestras propias uñas”, añade Mauricio Flores.
‘NO TENEMOS CONFIANZA EN NADIE’
Un letrero con la leyenda “Disculpen la molestia calle cerrada” da la bienvenida a la calle Antigua Taxqueña. Al sortear costales y cintas amarillas, y adentrarse a esta cuadra las viviendas de esta se aprecian reforzadas en su seguridad.
Unos vecinos optaron por proteger sus pertenencias colocando cerpentines de cuchillas, otros más electrificando rejas, además de los que han colocado cámaras en las que incluso han captado robo de autopartes in fraganti y a personas que van de puerta en puerta como comprobando si alguien se encuentra al interior.
“Ha sido desde hace como medio año que se ha acrecentado todo, los fines de semana están viniendo a checar si hay gente en las casas. A mí ya me ha tocado ver cómo se han querido meter a las casas. Se ha reportado a la policía y los dejan ir”, asegura Celia Cerón, quien desde hace 27 años vive en Antigua Taxqueña.
La mujer agrega que tanto se han incrementado los delitos en su cuadra, que incluso ha optado por turnarse con uno de sus hijos para vigilar su hogar por las noches, por el temor a sufrir un asalto.
“Yo no abro, así estén tocando la puerta, así me digan ‘soy un vecino’, no les abro, porque ya no tenemos confianza en nadie, ni tranquilidad de nada”, expresa Celia
Por su parte, Guillermo Fuentes, vecino desde hace 25 años, narra que aun cuando las cámaras de seguridad de las mismas casas han captado actos ilícitos, estos no han sido suficientes para que se realice la búsqueda de los culpables.
Fuente:reporteindigo
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